[nota: Si no leyó la parte principal de este artículo, CMP: Utilizando lectoclasificadoras para procesar más que un millón de documentos de pagos mexicanos cada día no tienes todos los hechos! Por favor, haga clic allí para ver el contexto completo sobre la utilización de lectoclasificadores.]
Si nunca has trabajado para una empresa en México, es probable que no conozcas el sistema de cupones que muchas empresas utilizan para complementar sus nóminas. En pocas palabras, la mayoría de los empleados reciben cupones de alimentos y gas junto con sus cheques de pago, y estos se pueden canjear en miles de tiendas de comida, minoristas y restaurantes en todo el país.
La razón de esto es porque los cupones de comida son libres de impuestos en México, y no cuentan como parte del salario bruto de los empleados. Eso les ha convertido un beneficio extra para los empleados y las compañías, volviéndose muy comunes en la sociedad mexicana.
La parte fascinante llega cuando es tiempo de entregar los cupones. Mientras algunas compañías los proveen de forma electrónica – similar a una tarjeta de débito que se puede usar para pagar comida y gas – mas no todos los colaboradores están acostumbrados a los medios electrónicos; y no todas las tiendas están equipadas para aceptar tarjetas; por lo que el resultado es que millones de cupones de comida se entregan en forma de papel cada mes.
Después de que alguien usa un cupón para comprar comida o gas, la tienda debe enviarlo nuevamente al emisor para que le paguen. El emisor es usualmente una compañía externa (no el empleador del cliente) que administra programas de cupones de beneficios en nombre de muchas otras empresas . Dos compañías: Sodexo y Edenred son quienes emiten una gran parte de los cupones de beneficios alimenticios de México, pero muchas empresas pequeñas ocupan una cuota de mercado considerable.
Por suerte, cada emisor de cupones tiene su número de identificación, que está impreso en la parte baja del cupón en tinta magnética, al igual que el número de ruta MICR en un cheque. Eso significa que un escáner de cheques regular, puede leer cupones y determinar su origen. Si el número magnético no se puede leer, un código de barras también está impreso en el cupón conteniendo la misma información. El valor de cada cupón también esta codificado, tanto en el MICR como en el código de barras, lo que facilita y automatiza la liquidación.
Para la liquidación final, los cupones pasan por un proceso de compensación similar al utilizado con los cheques, aunque en lugar de entre dos bancos, es entre los minoristas y los emisores. Las imágenes de los cupones no se utilizan para este propósito, solo la información magnética y el valor. Visto de esta forma, el proceso está más cerca del simple proceso de truncamiento de verificación que existía antes de que se pusiera en uso la compensación basada en imágenes.
El resultado de los cupones exentos de impuestos de México es casi como una línea de pago separada que funciona en paralelo con los cheques y con métodos de procesamiento similares, pero sin que los dos sistemas se superpongan entre sí. Para empresas como CMP, eso significa que la velocidad y la precisión, tanto en MICR como en OCR, son muy importantes.